Hombre, sí, vale: si me vas a retorcer los argumentos con el uso de la semántica estricta, pues el delito está en la instalación y uso fraudulento de software pirateado. Pero, que yo sepa, no hay nadie que se descargue software pirata para no instalarlo; salvo que haya una nueva parafilia que desconozca.
O sea que, si no hubiese habido ese delito, ¿sí tendrían razón para quejarse de la poca afluencia a las salas?